Los restos más antiguos de este espacio datan del s. XII, aunque hay añadidos y modificaciones hasta del s. XVIII.
La mezcla arquitectónica de distintos siglos a lo largo de su historia es equilibrada, dándole a este espacio un encanto especial. Albergó la casa del párroco hasta 1993, año en que se llevó a cabo su principal restauración, que proporcionó al edifico su aspecto actual.
Precisamente en este enclave inigualable se ubica la oficina de turismo durante los meses de verano, a fin de facilitar al visitante información del municipio y su entorno. También se utiliza este espacio para la realización de exposiciones, conciertos, representaciones teatrales, y múltiples actividades culturales y artísticas. La portada, semioculta, luce un arco con rosetones, zis-zas y ajedrezados.
El ábside, circular, tiene algunos capiteles foliados y canecillos que sostienen una cornisa trenzada. La iglesia de san Miguel alberga la sepultura de D. Pedro Gutiérrez de César, tesorero y secretario de D. Diego López Pacheco (c.1447-1529) y de su segunda esposa, Dª Juana Enríquez, marqueses de Villena. Dicha sepultura originalmente estaba situada en la iglesia de san Juan, en una fastuosa capilla gótica dedicada a san Sebastián y que tenía la finalidad de albergar a la familia anteriormente citada.